ELECCIONES EN CÓRDOBA: SIN GARANTÍAS DE PUBLICIDAD EQUITATIVA

La creatividad desplegada para dificultar  candidaturas alternativas parece inagotable.

Pensábamos que esta vez sí. Que el proceso electoral a Junta de Gobierno del COE de Córdoba iba a ser tranquilo. Modélico. Pues no: el Sr. D. Florentino Pérez Raya, actual presidente del COE (y del CGE) y su Junta han decidido interpretar los estatutos de manera tendenciosa.

Les ponemos en contexto. El próximo día 12 de diciembre son las elecciones a Junta de Gobierno del COE de Córdoba. Concurren dos candidaturas. La continuista encabezada por el Sr. Castillo. La renovadora, encabezada por la Sra. Dña. Natalia Pérez Fuillerat. Hasta el día 24 de noviembre las candidaturas tenían plazo para solicitar el envío de propaganda electoral a los colegiados. Al respecto, los estatutos indican lo siguiente (la mayúscula es nuestra): 

 Artículo 36. Competencias y atribuciones de la Comisión Ejecutiva.

18.º Facilitar a las candidaturas concurrentes el envío gratuito, al domicilio de todos los colegiados, de los programas electorales, admitiéndose única y exclusivamente presentación en forma de DÍPTICOS IMPRESOS a fotocomposición. De conformidad con los deberes de los colegiados recogidos en estos Estatutos, se excluirá cualquier tipo de propaganda, panfletos o folletos, portadores de falta de respeto para con los otros candidatos y contrarios al buen decoro y probidad que debe existir entre los miembros de esta Corporación. Dentro de los diez días naturales posteriores a la fecha de proclamación de las candidaturas por la Comisión Ejecutiva, las candidaturas podrán entregar sus dípticos, costeados por cada una de ellas, para el envío a los colegiados con cargo a los presupuestos del Colegio. La Comisión Ejecutiva con los dípticos recibidos de las diferentes candidaturas en el plazo arriba indicado, los remitirá a todos los colegiados.

Fíjense, NADA, ABSOLUTAMENTE NADA, lleva a pensar que se vaya a enviar la propaganda a los colegiados por correo electrónico ¿verdad? Según se desprende de los estatutos, para ello el COE tendría que escanear la documentación aportada en formato impreso por los aspirantes, cosa poco eficiente, ¿no?. “Dípticos impresos” implica envío por correo postal, ¿verdad? Bien, ante esto, la candidatura de la Sra. Pérez Fuillerat, comprometida con la sostenibilidad económica y ambiental, decide que no desea que el Colegio utilice presupuesto para la impresión y envío de su propaganda por correo postal. 

La sorpresa salta cuando los días 29 y 30 de noviembre, los colegiados reciben en su correo ELECTRÓNICO propaganda de la candidatura encabezada por el Sr. Castillo. Una información que NO tiene forma de díptico ni tiene formato impreso, sino que es un documento pdf de 17 páginas. Inmediatamente la Sra. Pérez Fuillerat se pone en contacto con el Sr. Castillo (en calidad de vicepresidente en ausencia perenne del presidente) para solicitar que la información de su candidatura sea enviada en formato electrónico a todos los colegiados. El Sr. Castillo remite a la Sra. Pérez Fuillerat a la Asesoría Jurídica del COE, que a su vez la remite de nuevo al Sr. Castillo, que a su vez le indica que se lo pida por escrito, que puede que la Junta se reúna el lunes día 5 de diciembre. Y los días pasan. Y los colegiados no reciben toda la información.

Natalia Pérez Fuillerat

El día 5 de diciembre se materializa lo que estaba cantado: El Sr. Pérez Raya, en calidad de presidente en funciones del COE de Córdoba, responde a la Sra. Pérez Fuillerat y en esa respuesta se plasman las dos decisiones contradictorias.

Por una parte, el Sr. D. Florentino Pérez Raya (que sepamos, por vez primera en la historia) interpreta la norma de manera aperturista, incluyendo la opción de utilizar el correo electrónico, cuestión que no aparece en los estatutos. Pero bien, no parece una mala alternativa y no seremos nosotros quiénes la critiquemos. Sin embargo, por otra parte, el Sr. Pérez Raya no considera la opción de enviar la propaganda electoral de la candidatura de la Sra. Pérez Fuillerat, aunque la solicitud sea fuera de plazo, teniendo en cuenta el principio del bien mayor y teniendo en cuenta que no es cierto que la candidatura oficialista vea menoscabado ningún derecho. Y mucho menos que haya menoscabo de un derecho que sea superior al bien mayor, a saber: que los colegiados reciban toda la información electoral de manera cómoda en su correo electrónico.

Al Sr. D. Florentino Pérez Raya y a su Junta no les costaba nada evitar que hubiera cualquier mínima duda sobre su generosidad en la gestión de la norma. La Sra. Pérez Fuillerat interpretó que la única opción contemplada en los estatutos era el envío postal. Sin embargo, había otras opciones de las que podía haber sido informado. Una conversación del tipo “Mira Natalia, ¿qué te parece? Hagamos una interpretación flexible de los estatutos,  favorable a los colegiados: acordemos que ambas candidaturas presentan su propaganda en formato electrónico y enviamos ambas por correo electrónico. Si quieres, enviamos en un mismo mail y así lo reciben todos los colegiados. ¿Cómo lo ves?”. Pues la Sra. Pérez Fuillerat no lo pudo ver de ninguna manera porque esa conversación no tuvo lugar.

Y sobre todo, al Sr. Pérez Raya no le costaba nada que todos los colegiados de Córdoba supieran que a él como presidente saliente y al Sr. Castillo como su mano derecha todos estos años y presidente aspirante, les preocupaba el bien superior en la Corporación cordobesa: que la información fluyera sin problemas a todos los colegiados para que éstos puedan tomar las decisiones con todos los datos en la mano. PERO NO HA SIDO ASÍ. Sr. Pérez Raya, ¡qué gran oportunidad perdida para mostrar que las cosas son diferentes a como han sido hasta ahora!

Enfermeras cordobesas, quiénes SÍ tenéis la oportunidad de cambiar realmente las cosas sois vosotras. Nadie más puede hacerlo. Si queréis acabar con este modus operandi, vigente los últimos 30 años; si queréis poner a los mejores al frente de vuestro colegio, por favor, id a votar el próximo día 12 de diciembre. Id en masa, a tutiplén. Cada voto cuenta.