Señores y señoras del Consejo General de Enfermería de España. Sus peores miedos se han cumplido. Durante meses, las enfermeras que propugnamos una “nueva enfermería”, hemos visto cómo las actuaciones de Uds iban dirigidas a intentar silenciar o amedrentar a las voces críticas que podrían suponer una amenaza para la integridad del Congreso Internacional de Enfermería de Barcelona (véase #ExpedienteAlda y #ExpedienteVictoria). Temían ustedes un boicot, o quizás un “troleo” masivo en Redes Sociales. Nada más lejos de nuestras intenciones, dicho sea de paso.
Pero he aquí que se ha dado una circunstancia excepcional: el “troleo” les ha venido desde dentro.
Nos consta el estupor de ciertos grupos de colegas (patrios, europeos e internacionales) ante la paupérrima asistencia en el presente #ICN2017 (entre otras cosas)… Ya lo comentábamos en nuestra anterior entrada: 8.000 asistentes que dejaron el aforo del Palau Sant Jordi desangelado.
Nos consta también la ola de indignación que, sin ayuda de nadie, Uds solos han generado en RRSS tras la osada publicación del siguiente twitt el pasado sábado, durante el desfile de la ceremonia de inauguración del #ICN2017 :
La delegacion de España y el Colegio de Enfermería de Barcelona cierra el desfile de delegaciones. #EnfermeriaBCN17 #icn2017 pic.twitter.com/odg1dOPFUY
— Cjo.Gral. Enfermería (@CGEnfermeria) May 27, 2017
De izquierda a derecha en la foto: José Ángel Rodríguez (Vicepresidente III del CGE y Presidente del Colegio de Tenerife), María del Carmen del Pozo (Tesorera del CGE y Presidenta de Almería), Isabel Camacho Mena (Vicetesorera del CGE y Presidenta de Guadalajara), Florentino Pérez Raya (Vicepresidente II del CGE, y Presidente del Consejo Andaluz de Enfermería y del Colegio de Córdoba), María Pilar Fernández (Vicepresidenta I del CGE), Diego Ayuso (Secretario General del CGE) y Rafael Jesús López Suárez (Vicesecretario General).

Escenifica perfectamente la visibilidad enfermera que conciben los protagonistas: negra, oscura y escindida de la realidad actual. Pareciera que la uniformidad para la inauguración se hubiera elegido atendiendo a criterios puramente personales. ¿Quién decidió la vestimenta para el desfile? ¿Cómo se decidió? ¿Estuvieron todos de acuerdo en elegir una imagen que nos retrotrae a una época predemocrática? ¿Qué opinión tuvo al respecto el Sr. Secretario General? Al fin y al cabo, él es uno de los más jóvenes de la Junta de Gobierno, apenas un recién llegado. ¿Era consciente de la imagen de esperpento que iban a dar tanto él como el resto de sus compañeras y compañeros de Junta y de fotografía? A juzgar por la apariencia tensa reflejada en su rostro, diríamos que sí…
Si una imagen vale más que mil palabras, desde luego, la de su tuit ha sido muy, muy y muy comentada. Sigan ustedes estos hilos, aunque realmente ha corrido como la pólvora y pueden encontrar muchos más:
Eres enfermera? Esta es la imagen que te representa ahora mismo en el #icn2017 Por dignidad, por respeto, exigimos ser informadas #YaNoMax pic.twitter.com/7xbR9KB5g1
— Marta Sibina Camps (@Marta_Sibina) May 28, 2017
Cierro los ojos y lo intento. Pero nada, no puedo, no consigo imaginármelos de noche en medicina interna #icn2017 pic.twitter.com/d2XTHfyfWx
— Andoni Carrion (@andonicarrion) May 27, 2017
Ni Primperan, ni Zofran, ni técnicas de relajación, nada evita las náuseas de ver a la Enfermería española representada así en el #ICN2017 pic.twitter.com/3oKhRd8NxM
— Isidro Manrique (@uciero) May 27, 2017
https://twitter.com/PauMatalap/status/868528904826490880
Han conseguido abrir muchos ojos de golpe.
Señores, señoras…NO NOS REPRESENTAN, desde luego que no.
En la Asociación Nueva Enfermería hace tiempo que les observamos, estamos seguros de que, al menos, tanto como Uds han demostrado estudiarnos a nosotros. Ya nos hemos medido en tribunales, y seguimos haciéndolo gracias al recurso presentado por Uds ante la dura sentencia dictada por el juzgado de lo mercantil nº 2 de Alicante.
Ahora, sin embargo, han despertado un crecimiento exponencial de la curiosidad, el sonrojo y la indignación de un gran número de enfermeras españolas que, tras encontrarse de bruces con la “cruel realidad”, comienzan a plantearse qué sucede en España.
El brusco contraste entre el cálido discurso de grandes referentes reales de la enfermería como Judith Shamian o Frances Hughes y el verbo gélido de los representantes españoles, resalta tanto la relevancia real de las primeras, como la mediocridad manifiesta de los segundos.
La inquietud que sentían ustedes ante un posible troleo del hastag #icn2017 se ha materializado. Ha sido una foto, y en ella una peineta, rescatada de lo más recóndito del baúl de la memoria de la España preconstitucional, la que ha obrado lo imposible.
No han sido las enfermeras críticas con la Organización Colegial Española. Ha sido la peineta.
Estupor, naúsea e indignación por erigirse como representantes de la enfermería española con ese aspecto más propio de una procesión de semana santa o de un entierro. Me avergüenzo, nadie de mi entorno enfermero se siente representado por esta rancia comitiva
Tampoco me gusta ni me represent,a es un atuendo propio de otras ocasiones, completamente fuera de lugar, pero pasó la Constitución, no saquemos las cosas de quicio