El pasado 28 de septiembre a mediodía, los componentes de la Asociación Nueva Enfermería (ANE), dimos un respingo cuando la Secretaria nos comunicó que acababa de llegar a la sede de la asociación un envío procedente de Alicante, con cientos de folios. ¿Alicante?, no teníamos ni idea de qué podía tratarse.
Poco rato después salimos todos de dudas cuando nos informó de que procedía de un juzgado de lo mercantil y de que era una demanda procedente del Consejo General de Enfermería (CGE).
No podemos decir que el hecho nos sorprendiera, pero el motivo y la argumentación sí que lo hicieron.
En este post, necesariamente largo, os contamos los detalles, para que sepáis en qué derrocha el Consejo los recursos que recibe de los colegios, pero que proceden de nuestros bolsillos e, indirectamente, de las declaraciones de IRPF de todos los españoles.
¿Por qué?
Seguro que algunos recordaréis que el 24 de junio de 2015 se celebraron elecciones a la Presidencia del CGE. Desde unas semanas antes, en las RRSS se sentía un malestar enfermero bastante evidente. El 15 de mayo, una sentencia del Tribunal Supremo había dejado sin efecto las anteriores elecciones a la Presidencia (2011) porque Máximo González Jurado, textualmente: “no reunía el requisito de elegibilidad de quince años mínimo de ejercicio profesional, se anula la resolución 5/2011 que proclamaba su candidatura a la presidencia del Consejo General.”
Obstinado, y desoyendo los argumentos de los magistrados, el señor González Jurado proclamaba a los cuatro vientos que se volvía a presentar al mismo cargo para el que los jueces le habían declarado inelegible.
Así las cosas, un grupo de enfermeras repartidas a lo largo y ancho del país, nos unimos para formar este grupo, que decidimos llamar @NuevaEnfermería. El hecho nos parecía de tal gravedad que, en el plazo de unos pocos días, formamos el grupo, creamos un blog (ahora nos hemos mudado a nuestra nueva web), una cuenta en Twitter, una comunidad en Facebook…, y nos pusimos a trabajar. ¿Recordáis nuestro primer post?, quedaos con la fecha: 23 de junio de 2015; nuestro primer tuit es del mismo día:
Desde ese día, hemos contado (de forma muy documentada) parte de la historia del CGE en nuestros post, vídeos y memes; hemos participado muy activamente en campañas necesarias para defender la dignidad de la profesión (#StopEstatutosMordaza o #YaNoMax); hasta hemos promovido la Candidatura Por La Enfermería (@PorLaEnfermria), que se presentó a las elecciones al Pleno del CGE del pasado mes de junio.
A algunos esto les ha debido de molestar mucho…
¿Cómo?
Sinceramente, creemos que han tenido que basar la demanda en un tema rebuscado, porque, por mucho que hayamos molestado, no hemos contado nada que no sea verdad.
¿Y en que se han basado?, en esto:
¿Conocéis esta marca?; nosotros tampoco, hasta hace unos días.
Ahora sabemos que el 29 de junio de 2015, seis días después de nuestra aparición en RRSS, el CGE inició el trámite de registro a nivel europeo de la marca “en Nueva Enfermería”; ¡qué casualidad!, ¿no…?.
El caso es que el Consejo, utilizando los servicios de la empresa “Pons-Patentes y Marcas”, ha decidido que le hacemos sombra y alega cosas como esta:
“Proteger sus activos de propiedad industrial”, dicen.
Seguimos:
Sí, eso que creéis haber leído, es exactamente lo que pone: “fines coincidentes con los de la actora”. La actora es el CGE y alega que los fines de Nueva Enfermería coinciden con los suyos… Seguimos tratando de entender cómo han hilado semejante argumento.
(Por cierto, los que no los conozcáis, podéis leer los fines de nuestra asociación en sus Estatutos)
A continuación, obsequian al juez con actas notariales que certifican casi todos nuestros post y, un poco más adelante, por más que intenten retorcerlas, empiezan a aclararse las cosas:
Aunque parezca increíble, de ese argumento se deduce que el CGE le está diciendo al señor juez que todas las enfermeras españolas somos un poco lerdas y vamos a confundir a la institución con una asociación crítica.
El resultado estaba cantado:
¡Pobres!, no han tenido más remedio… En lugar de contactar con la Asociación, informarnos del problema y solicitar amablemente que dejemos de usar “su” marca, no han tenido más remedio que demandarnos. ¡Por favor!, ¿a quién pretenden engañar?
Porque, además, nos hemos “permitido el lujo” de denigrar a la institución y a su Presidente; ya veis por dónde van los tiros, ¿verdad?
Y vuelven a decir que las enfermeras confundiremos una cosa con otra:
Ya habéis visto “su” marca y conocéis la nuestra, pues argumentan que las marcas son tan semejantes que hay riesgo evidente de confusión:
E insisten en que nos burlamos del Presidente del CGE y de la Institución:
Por lo tanto:
Una vez hecho esto, pasamos a las peticiones que le hacen al juez. Estas imágenes son de lo que llaman “Peticiones declarativas”:
Y, a continuación, las “Peticiones de Condena”:
¿Para qué?
La respuesta está clara: al señor González Jurado, Presidente del CGE (hasta que los jueces vuelvan a sentenciar que su elección no es válida tampoco esta vez), le molestan las voces críticas. No somos los primeros a los que trata de intimidar mediante burofaxes amenazantes o demandas (podéis leer aquí nuestro post acerca de la demanda contra Juan Hernández Yáñez, origen de la campaña #YaNoMax). Esa es su forma, desgraciadamente habitual, de actuar.
En este caso concreto, la ley prevé un paso previo al juzgado, consistente en solicitar a quien consideras que lesiona tus derechos, que rectifique. Nosotros no hemos recibido ninguna información del Consejo, ninguna comunicación, ninguna solicitud… La primera noticia que tuvimos de que el CGE había registrado esa marca por la que ahora nos ha demandado, fue la propia demanda.
Estamos convencidos de que, tras mirar con lupa nuestros post, nuestros vídeos y nuestras publicaciones en general (las enfermeras españolas le hemos pagado una pasta al notario para que lo certificase todo), no han encontrado NADA a lo que agarrarse, porque todo lo que hemos contado hasta ahora (y lo seguiremos haciendo en adelante) es cierto. Nuestras fuentes son diversas, pero todo es información pública y publicada y está perfectamente documentado.
Al CGE y a Máximo González Jurado, les sale muy barato entablar demandas contra todos aquellos que les molesten; a fin de cuentas, pagamos nosotros, pagas tú…
Argumentar que una asociación crítica les hace competencia desleal, cuando en realidad lo que hace es aportar información de interés y tratar de aumentar el conocimiento sobre la Organización Colegial y de promover su transparencia, es bastante retorcido. ¿No es exactamente eso lo que deberían estar haciendo ustedes?, ¿no deberían respetar la libertad de expresión de los discrepantes y dejar de actuar como en siglos pasados?, ¿no sería más enriquecedor para toda la profesión escuchar las críticas para poder encarar con valentía la búsqueda de soluciones comunes?
Estimados “colegas” del CGE, NO nos vamos a callar, ¿no se dan cuenta? Tenemos opinión propia, y contársela al resto de enfermeros que la quieran escuchar, es lo que se llama LIBERTAD DE EXPRESIÓN (y es un derecho protegido por la Constitución Española). Si la sentencia judicial nos obligase a cambiar de nombre (cosa que no creemos que vaya a suceder), seguiremos adelante bajo una nueva denominación. No les quepa la menor duda.
8 opiniones en “LIBERTAD (de expresión), DIVINO TESORO”