El pasado mes de octubre os informábamos en este post de la bochornosa actuación perpetrada por el Consejo General de Enfermería (CGE), al intentar anular el proceso electoral realizado en marzo de 2016 en el Colegio de Enfermería de Murcia (COEMUR).
Muchos de vosotros sabéis que actualmente el COEMUR es un colegio de los llamados diferentes, más transparente que la mayoría, más participativo, que, desde nuestro punto de vista, representa mejor a la profesión. No es perfecto, pero creemos que es de los buenos. El caso es que no acabábamos de entender (o sí) la razón por la que su proceso electoral era tratado exactamente igual que las supuestas elecciones celebradas en el CODEPA. Y resulta que documentándonos para comprender y contar lo ocurrido con las elecciones de este año, descubrimos la sombría historia reciente del colegio murciano y, probablemente, el origen de la inquina del CGE contra la Junta Directiva del COEMUR. Nos ha parecido que los hechos que narramos pueden ayudar a entender parte de los motivos del Consejo para proceder como está haciendo, así que en este post compartimos lo que hemos averiguado.
La actual Junta Directiva ganó sus primeras elecciones (las segundas son las que ahora ha anulado el CGE) en marzo de 2012, tras muchos años de opacidad y de desinterés por los colegiados (y de estos por el colegio), rematados por un escándalo económico que terminó en los tribunales de justicia y que, hasta donde nosotros sabemos, aún está pendiente de resolución.
PLANTEAMIENTO
El jueves 28 de julio de 2011, los colegiados murcianos habían sido convocados a una Asamblea Extraordinaria, con un único punto en el Orden del día: la explicación de “las medidas adoptadas ante la situación económica” en que se encontraba la institución. El Vicepresidente, Fernando Navarro Mulero, actuando en funciones de Presidente, explicó en los diarios locales que el Presidente real, Diego Gutiérrez Gambín, había abandonado las funciones del cargo. Oficialmente, el señor Gutiérrez había tomado esa decisión por “problemas de corazón”, pero según se sospechaba su salida tuvo mucho que ver con irregularidades en la gestión económica del colegio. De hecho, el tesorero, Jesús Cobarro Gómez, también había sido “suspendido”.
En aquel momento, los miembros de la Junta Directiva eran los siguientes:
Presidente: Diego Gutiérrez Gambín
Vicepresidente: Fernando Navarro Mulero
Tesorero: Jesús Cobarro Gómez
Secretario: Juan Antonio Alcázar Soler
Vocal I: José Zafrilla Díaz
Vocal II: Roberto Bernal González
Vocal III: Sebastián Sánchez Perona
Vocal IV: Nieves Muñoz Rodríguez
Vocal V: Antonio Segado Conesa
Como Gerente y Asesor Jurídico: César Lasso de la Vega (no era miembro de la Junta de Gobierno)
En realidad, todo empezó mucho antes: Diego Gutiérrez Gambín inició sus andanzas en puestos de responsabilidad en el Colegio de Enfermería en 1984. Era tesorero de la Junta de Gobierno que presidía Antonio Capel Riera, podólogo y escritor aficionado, que abandonó el cargo entre acusaciones de enriquecimiento personal que finalmente no se probaron y de las que resultó exculpado tras una auditoría. En 2006, el COEMUR le agradeció los servicios prestados concediéndole la Medalla de Oro, una insignia y un Diploma de Honor:
(podologosregionmurciana.blogspot.com.es)
En 1990, Antonio Capel dejó el colegio y Diego Gutiérrez asumió la presidencia, compaginándola con la docencia que ejercía en el centro de estudios de la Fundación San Antonio. Allí, se encargó de organizar unos cursos de especialización de enfermería (pediatría y psiquiatría), cuyos diplomas nunca llegaron a ser homologados. En el año 97, se creó la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), y Diego Gutiérrez se convirtió en director de la Escuela de Enfermería; posteriormente participó como profesor en numerosos cursos y seminarios.
No hemos encontrado mucha información del devenir de la vida colegial murciana entre 1990, año en el que Gutiérrez Gambín accedió a la presidencia, y 2009, año en el que se iniciaron los acontecimientos que contaremos a continuación (no nos ha extrañado porque, según nos cuentan, en aquella época los colegiados murcianos apenas disponían de información acerca del colegio).
Sí hemos averiguado que en 1996, el señor Gutiérrez Gambín entró a formar parte del Pleno del Consejo General de Enfermería y que repitió en 2011, en este caso como suplente en la Vocalía de Representante para la promoción y la estabilidad en el empleo. Obviamente, (bien lo sabemos nosotros) esto indica una inquietante sintonía con los máximos dirigentes del CGE. En la imagen inferior, que hemos extraído del nº 7, de septiembre de 1996, de la revista Enfermería Actualidad, podéis ver la noticia del resultado de las elecciones de ese año:
En 2008 el COEMUR celebró su primer centenario y, en mayo de 2009, coincidiendo con el Día Internacional de la Enfermería, Gutiérrez inauguró una escultura que el Colegio donó a la ciudad de Murcia, con motivo de dicho aniversario.
(Vídeo del acto: https://www.youtube.com/watch?v=NL5_Y_EwXcc)
Escultura y leyenda de la misma. Homenaje a la Enfermería (murcia.com)
Al año siguiente, 2010, el Presidente Gutiérrez recogió la Medalla de Oro con la que la Región de Murcia homenajeó al COEMUR. Ese mismo año, junto al ya entonces Tesorero del colegio, Jesús Cobarro Gómez y en nombre del Colegio de Enfermería, creó la Fundación de Ciencias Sociales y de la Salud, en cuyo patronato estaban incluidos casi todos los miembros de la Junta Directiva. También hemos encontrado al señor Gutiérrez Gambín formando parte de la “Comisión Paritaria” del famoso Proyecto NIPE que, como tantas cosas, quedó en nada.
NUDO
Las irregularidades económicas que “explotaron” en 2011, empezaron a desvelarse cuando en 2009 se renovó parcialmente la Junta Directiva del colegio. Los recién llegados solicitaron la liquidación del presupuesto de ese año, pero el Tesorero no la presentó por lo que no se aprobó el presupuesto para el siguiente ejercicio.
Suponemos que a lo largo de 2010, aquellos miembros de la junta que no las conocían, fueron averiguando las irregularidades económicas, contables y hasta administrativas de la institución. Entre ellas destaca el traslado a un piso, propiedad del Presidente Gutiérrez, de una cantidad ingente de documentación colegial y la ausencia de facturas de numerosos gastos colegiales, que no habían sido aprobados por la junta.
Hemos sabido que, en su reunión del 16 de diciembre de 2010, la Junta Directiva tampoco pudo aprobar la liquidación de ese año ni el presupuesto de 2011, por la ausencia del tesorero. Así pues, decidieron prorrogar el presupuesto de 2010 y suspender la Junta General de Colegiados que debía celebrarse dentro del ejercicio.
También hemos averiguado que, en la reunión del 31 de enero de 2011, con todos los miembros presentes y tras examinar el cierre de la contabilidad correspondiente a 2010, se decidió “exigir justificación documental de toda la facturación”, dejar pendiente la aprobación del balance de 2010 y del presupuesto de 2011 hasta recibir dicha justificación, tomar las medidas necesarias para devolver de forma inmediata a las dependencias del Colegio “toda la documentación correspondiente a su archivo colegial” y “suspender todos los acuerdos de Junta de Gobierno, convenios, contratos de servicios o de cualquier otra naturaleza de carácter económica firmados en nombre del Colegio de Enfermería de Murcia, hasta su nueva revisión y aprobación por la Junta de Gobierno del mismo.”
En esa misma reunión, Jesús Cobarro Gómez comunicó su cese indefinido en las funciones de Tesorero, siendo sustituido por Roberto Bernal y Diego Gutiérrez Gambín, traspasó las funciones económicas que le correspondían como Presidente, al Vicepresidente, Fernando Navarro Mulero.
La confirmación oficial de las anomalías contables, la encontramos en la reunión de la Junta de Gobierno del 21 de febrero, en cuya acta podemos leer:
“La Junta de Gobierno ha tenido conocimiento de que no existe justificación de las facturas liquidadas en el ejercicio 2010 a las mercantiles DIRCOM MANAGER S.L., DIRCOM BUSINESS, S.L., KLASTER – LA PURISIMA DEPORTES, S.L. y LOGAMIN, S.L.
La Junta de Gobierno ha sido igualmente informada de que los contratos firmados por D. Diego Gutiérrez Gambín en su condición de Presidente del Colegio de Enfermería de Murcia con las mercantiles DIRCOM MANAGER S.L., DIRCOM BUSINESS, S.L., y LOGAMIN, S.L. lo han sido sin autorización de la Junta de Gobierno ni de la Asamblea General.”
La Junta acordó la resolución de los contratos, exigió la devolución de las cantidades que consideró factible (especialmente la fianza por el alquiler del piso de Gutiérrez, que ni siquiera tenía contrato y los pagos realizados en concepto de servicio de seguridad del mencionado inmueble, que se habían abonado por duplicado) y aceptó las renuncias a sus cargos del Presidente Diego Gutiérrez y el Tesosero Jesús Cobarro.
Cinco meses después, en julio de 2011, fue cuando se convocó a los colegiados a una Asamblea Extraordinaria para informarles de lo ocurrido. Desde el momento en que se hizo pública la convocatoria, y por tanto la situación del colegio, las noticias y las declaraciones en la prensa de los implicados eran bochornosas:
Los responsables hablando de irregularidades; el Gerente manifestando que “las cuentas no están claras”; titulares acerca de la “posible corrupción” del Presidente; éste culpando al Tesorero de las posibles irregularidades; el Colegio acusando al presidente de enriquecerse y, en fin, el Colegio de Enfermería envuelto en el escándalo.
Por fin, el 28 de julio se celebró la Asamblea Extraordinaria y los colegiados fueron informados de algunas de las irregularidades detectadas, fundamentalmente de las siguientes:
- El colegio tenía alquilado un piso, propiedad del Presidente, al que se había trasladado documentación sensible, ignorando las más elementales medidas de protección de los datos personales de los colegiados. Por este piso se abonaba mensualmente una cantidad de 3.500 €, según la Junta (1.000€, según el Presidente).
- Se sospechaban irregularidades en relación con los cursos de formación ofrecidos por el colegio. Al parecer, muchos de estos cursos se habían contratado con la empresa “Dircom Manager” de la que era apoderado Jesús Cobarro Jaén, Jefe de Prensa del colegio e hijo del Tesorero.
- No se podía justificar el destino de 200.000 €, ya que en algunos casos no había facturas de los pagos y en otros, las facturas no incluían el “concepto”.
- Se habían encontrado facturas del pago de unos ordenadores que la Junta rechazó en su día adquirir (Según Fernando Navarro: “se iban a comprar para un curso de prescripción enfermera que finalmente no se hizo”)
Comprensiblemente, los colegiados murcianos se escandalizaron y pidieron aclaraciones a todas estas cuestiones; también solicitaron un cambio en los estatutos, la dimisión de la Junta y la convocatoria de nuevas elecciones. Sin embargo, el 1 de agosto la mayoría de los directivos se fue de vacaciones sin dar las explicaciones oportunas y con la vaga promesa de convocar elecciones cuando se conociesen las conclusiones de las auditorías en curso, allá para el otoño.
Durante la asamblea del 28 de julio los colegiados decidieron organizarse para defender sus derechos y así nació la Plataforma de Afectados del Colegio de Enfermería de Murcia (PACEM). Su cara más visible fue, desde el principio, la enfermera del trabajo Amelia Corominas. A mediados de agosto, iniciaron una recogida de firmas para respaldar sus peticiones: la dimisión de la Junta Directiva del colegio, la convocatoria inmediata de nuevas elecciones, la reforma de los estatutos y una auditoría externa que aclarase todas las irregularidades. Pedían, además, al Consejo General de Enfermería, que nombrase una gestora para garantizar la limpieza de todo el proceso.
El día 13 de octubre, tras la dimisión en bloque de la Junta Directiva, el CGE intervino el colegio, al constatar que había pruebas fundadas de presunta corrupción. Se nombró Interventor a Florentino Pérez Raya (Vicepresidente 2º del Consejo General, Presidente del Consejo Andaluz de Enfermería y Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba) y se abrieron sendos expedientes disciplinarios a Diego Gutiérrez Gambín y Jesús Cobarro Gómez “por hechos presuntamente cometidos en el ejercicio de los cargos de Presidente y Tesorero del Colegio, respectivamente”, designando instructor de los mismos a Sergio Quintairos Domínguez, (Vicetesorero del Consejo General, Presidente del Consello Galego de Enfermería y Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de A Coruña). Como veis, el CGE envió a Murcia lo mejor de cada casa. Por último, se acordó nombrar la Junta de Edad recogida en los estatutos colegiales, que se encargaría de gestionar el colegio y de convocar las futuras elecciones.
El 25 de octubre, mediante la Resolución 15/11, el CGE nombró la Junta de Edad que debía hacerse cargo del colegio. Sin embargo, la PACEM denunció irregularidades en la composición de la misma, ya que no se había respetado el criterio de antigüedad en el colegio. También denunciaron que los recursos presentados por los colegiados más antiguos estaban siendo ignorados y exigieron la convocatoria de una Asamblea Extraordinaria para que el CGE explicase lo acontecido y manifestase cuándo se iban a celebrar las elecciones previstas en los estatutos.
El 16 de noviembre, y amparándose en “ciertos errores y anomalías en el censo recibido en su momento por este Consejo General para la designación de la Junta de Edad”, el CGE reconoció que los miembros designados no eran los que debían. En la nota de prensa emitida por el Consejo, se evidencian ya las discrepancias con la PACEM que esgrimiendo los estatutos del propio CGE, exigía la inmediata convocatoria de elecciones. El día 24 del mismo mes presentaron 569 firmas solicitando de nuevo una asamblea informativa (en 2012, Murcia tenía unos 5.900 colegiados).
(la verdad.es/Foto: Edu Botella/AGM)
Más de un mes después, el 26 de diciembre, el CGE designó la nueva Junta de edad y resulta verdaderamente llamativo que los “ciertos errores en el censo” que mencionaron en noviembre, dieran por resultado una segunda Junta en la que sólo se repetía uno de los nombres de la primera. Aún habría de pasar otro mes para que la nueva Junta de Edad empezase a funcionar.
Sin embargo, el 27 de enero de 2012, con la Junta de Edad ya constituida, la enfermería murciana seguía sin representación en foros importantes y los colegiados sin saber cuándo se celebrarían las elecciones. Lo que sí sabían con seguridad, era que ni el CGE, ni la Junta de Edad, pensaban convocarles a la Asamblea Extraordinaria que habían solicitado, para que les informaran de todo lo averiguado en la auditoría. Por ello, finalmente la PACEM presentó una denuncia en el juzgado de instrucción nº8 de Murcia y el juez abrió diligencias previas y solicitó el informe de la auditoría realizada al colegio.
(laverdad.es)
DESENLACE
El 8 de febrero, ¡por fin!, se hizo pública la convocatoria de elecciones, a celebrar el 22 de marzo. Sin embargo, una vez más, la PACEM se vio obligada a presentar una reclamación porque no se convocó el cargo de Tesorero (recordemos que estaba ocupado temporalmente por el interventor nombrado por el CGE, Florentino Pérez Raya), no estaba claro el procedimiento del voto por correo y se incumplían nuevamente los estatutos al crearse una mesa electoral en Cartagena.
El caso es que, finalmente, las elecciones se celebraron el 22 de marzo de 2012, con la concurrencia de dos candidaturas:
- Una encabezada por Pablo Fernández, Director de Enfermería del Hospital Virgen de la Arrixaca, que era públicamente y sin disimulos apoyada por el Sindicato de Enfermería (SATSE), que, al parecer, puso al servicio de los candidatos toda su maquinaria sindical. Eso les convirtió en claros favoritos a ganar las elecciones.
- La otra candidatura estaba encabezada por Amelia Corominas, enfermera del trabajo y cara visible desde el mes de agosto de la PACEM. Los miembros de esta candidatura, le habían plantado cara al CGE a lo largo de los meses y no contaban con apoyos de ninguna institución.
Amelia Corominas y Pablo Fernández.
(laverdad.es / Fotos de Nacho García)
A pesar de ello, la candidatura encabezada por Amelia Corominas ganó por sorpresa las elecciones, con un resultado bastante ajustado. Aquí podéis leer cómo la prensa local lo consideró “un varapalo para el sindicato” y “un serio revés para el Consejo”. El día 28 de marzo, la recién elegida nueva Junta de Gobierno, tomó posesión de sus cargos.
Prácticamente al mismo tiempo que esto se producía, el fiscal solicitó al juez la imputación del anterior Presidente y unos días después el CGE se personó como acusación particular en el conflicto.
Pasados un par de meses se supo que los miembros de la junta anterior habían cobrado elevadas cantidades en concepto de dietas y primas. Hemos averiguado que la Junta Directiva, en su reunión del 11 de marzo de 2011, aprobó “por unanimidad”, exactamente los siguientes importes para sus primas:
- a) PRIMA POR ASISTENCIA JUNTA DE GOBIERNO: 461 ,54.-€/JUNTA
- b) PRIMA MIEMBROS JUNTA PERMANENTE: 923 -€/MES
- e) PRIMA LOCOMOCIÓN: O,34.-€/KM
- d) PRIMA MANUTENCIÓN: 461 ,54.-€/DIA
Según hemos sabido, las personas denunciadas por malversación, fueron cuatro: Diego Gutiérrez Gambín, Jesús Cobarro Gómez, Jesús Cobarro Jaén y César Lasso de la Vega. Este último, pocos días después de la toma de posesión de la nueva junta, presentó una denuncia contra el colegio y contra su máxima representante, la nueva Presidenta, por “despido improcedente” y por “acoso laboral”. Sorprendentemente, el juzgado de lo social dictaminó a su favor, aunque posteriormente el fallo fue revocado por el TSJ de Murcia. Por cierto, hay una cosa que os va a dejar…, pasmados: cuando el COEMUR y su Presidenta decidieron recurrir el fallo del juzgado de lo social y solicitaron al Tesorero los fondos necesarios para ello, el señor Florentino Pérez (Vicepresidente II del CGE, que tanto de nuestro dinero se gasta en demandas), se los negó a Amelia Corominas, que tuvo que pagar su recurso de su propio bolsillo.
EPÍLOGO
Casi dos años más tarde, el 14 de enero de 2014, el CGE acordó levantar la intervención del COEMUR que, mientras tanto, funcionaba a pleno rendimiento y con toda normalidad e incluso había tramitado una modificación de sus estatutos en el año 2013.
Desde entonces hasta ahora, la Junta Directiva del COEMUR se ha demostrado independiente del CGE y ha mantenido posiciones discrepantes en numerosos temas: la prescripción enfermera ha sido fuente inagotable de diferencias (1, 2 y 3); el COEMUR presentó alegaciones al proyecto de #EstatutosMordaza; además, forma parte del Fórum Enfermero del Mediterráneo que discrepa habitualmente de las acciones del CGE (podéis leer al respecto aquí, aquí, aquí, aquí, aquí y aquí) y, por si todo esto fuera poco, tras las últimas elecciones a la Presidencia del CGE, el Colegio de Murcia presentó una denuncia impugnando las candidaturas de Máximo González Jurado y Florentino Pérez Raya al cargo de Presidente. Ya sabemos que al Consejo se le atragantan las discrepancias y sabemos cómo actúa en estos casos, ¿verdad?
Ahora resulta más fácil entender las razones por las que el CGE intenta, mediante cualquier procedimiento a su alcance, incluidos los más burdos, cargarse a esta Junta Directiva que le ha salido respondona.
Si de verdad queremos una Organización Colegial de Enfermería diferente de la actual, no deberíamos permanecer impasibles. Hoy es Murcia, ¿cuál será el siguiente?.
Hola, soy la presidenta del Colegio de Illes Balears. Todo mi apoyo a la Junta de Gobierno del Coemur. Con otros argumentos, pero idéntica intención, a dos meses de la convocatoria de elecciones de 2014-2015 el CGE dictó una resolución INVALIDANDO LA CANDIDATURA que las ganó en 2010 frente al candidato del CGE e imponiéndolo como presidente. Más de 1000 colegiados se rebelaron contra este hecho y pidieron que se celebrarán elecciónes, que volvió a ganar la candidatura encabezada por una servidora. El CGE, sin embargo, sigue sin respetar a la Asamblea de colegiados, la máxima autoridad , a la que la Junta de Gobierno se debe. Defended vuestros Colegios. No permitáis que os callen. El Colegio somos todos. El CGE sigue invirtiendo sus poderosos recursos, obtenidos de nuestras cuotas, en derrocar a quienes exigen transparencia y buen gobierno, incluidas personas y asociaciones como Nueva Enfermería. No lo permitáis.
Lo que más me gusta de este caso, o mejor de la historia es que fueron las propias enfermeras murcianas las que en un momento determinado decidieron tomar cartas en el asunto. Decidieron que cada enfermera era importante (Vaya si lo era con un resultado así de apretado…) y decidieron que aunque no fuera fácil iban a pelear por su colegio que a fin de cuentas es luchar por su profesión. Esto fue así y sigue siendo así. Chapó a Amelia y a su equipo, recogiendo firmas y pateando servicios, y este es el coste de querer cambiar las cosas.
Ahora mucho ánimo y fuerza para pelear en los tribunales algo que se ganó legítimamente en el día a dia.
La maquinaria a la que nos enfrentamos es inmensamente fuerte y poderosa, no se puede ser ingenuo y pensar que van a dejar que las enfermeras participen sin usar toda su maquinaria. El camino es largo y duro, pero a quién le gustan las empresas facilonas!?
Ánimo y sobre todo enhorabuena por marcar el camino con seriedad y responsabilidad.