Como sabéis, recientemente en ANE hemos desplegado una intensa actividad de diálogo con nuestros representantes políticos. Los meses de mayo y junio nos reunimos con todos los partidos políticos (podéis verlo en este post, en este tuit y en este).
Por otro lado, estos días hemos registrado tres preguntas parlamentarias (podéis leerlas aquí, aquí y aquí). Todo ello (además de nuestra actividad anterior) habla bastante de nosotros como asociación. Si te apetece conocer un poco mejor nuestro talante, sigue leyendo este post donde te explicamos esta actividad de diálogo político.
Para empezar, somos una asociación sin afiliación política. Como socios suponemos que somos de todos los colores políticos y no nos interesa en absoluto la inclinación ideológica de los colegas con los que coincidimos en ANE. Además, ANE no representa a ninguna corriente ideológica, salvo que consideremos que la voluntad de transparencia sea una corriente ideológica. Nosotros no la consideramos así, sino que pensamos que es el estado idóneo a alcanzar por todas las sociedades.
Por cierto, antes de continuar, hay que agradecer a Marta Sibina, diputada de En Comú Podem, que se haya brindado a vehiculizarlas. A la vez, estamos dispuestos a canalizar futuras preguntas a través de otros diputados (o de la propia Sra. Sibina) que consideren interesante hacerlo. Nosotras estaremos muy encantadas.
Volvamos a nuestras preguntas parlamentarias. Vamos a explicar lo que nos ha motivado a plantearlas.
Aquí va la primera:
¿Es consciente el Gobierno de que la única solución ágil, operativa e inteligente, para resolver el actual limbo legal en el que se ven obligadas a ejercer las enfermeras españolas en cuanto a Prescripción Enfermera, es la modificación de la actual Ley del Medicamento para incluirlas dentro del personal sanitario prescriptor junto a médicos, podólogos y odontólogos, cada uno dentro de sus competencias? ¿Piensa iniciar las medidas oportunas para llevar a cabo esta modificación de la Ley del Medicamento?
En ANE hemos defendido, desde los inicios, que es necesario cambiar la ley del medicamento para incluir a las enfermeras como profesionales prescriptores. Y que para ello, no es necesario que las enfermeras deban acreditarse, ni hacer cursillos, ni nada. No creemos que sea transparente negociar un RD que mantenga esa condición y, a la vez, pretender diseñar los cursillos (que cuestan dinerito) para acreditarse (echad un vistazo al HT #Prescripcion23F). Pero vamos, que podemos estar equivocadas en esa apreciación, ya que nuestros representantes han mantenido machaconamente la necesidad de que las enfermeras se acreditasen para prescribir. Lo podéis ver en estos tres ejemplos (pinchad en la imagen para ir al artículo original).
(maldita hemeroteca…)
En definitiva, no modificar la ley del medicamento para incluirnos como prescriptores y sólo cambiar el artículo 3.2 del RD de prescricpción, nos abocaba a los 300.000 enfermeros a tener que pasar por la acreditación vía cursos. ¿No os parece que VALE LA PENA cambiar la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios y dejarnos de líos? Ni podólogos ni odontólogos tienen este caos encima. Por suerte, parece que últimamente se va entrando en la senda de pedir la modificación de la Ley del Medicamento (ojalá).
Por cierto, atención a como se llama del RD de marras: Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros. La palabra “prescripción” ya si eso luego…
Aquí va la segunda:
¿De qué manera valora el Gobierno el hecho de que la Ley de Colegios Profesionales apenas haya sido modificada desde su implantación en 1974? ¿Considera el Gobierno necesaria una modernización de la misma, acorde a la evolución democrática de los últimos 44 años?
Pensamos que la Ley de Colegios Profesionales no da respuesta a los desafíos actuales. Por ejemplo, ¿sabes que los colegios profesionales, incluso aquellos de colegiación obligatoria, no están obligados a someterse a auditorías de cuentas? ¿Cómo puede ser eso? Colegios de enfermeras modestos, como los que tienen 6.000 colegiados, y con las cuotas más bajas de España, pueden manejar presupuestos de casi 900.000 €/año. De esos, casi la tercera parte se transfiere por ley al CGE. En España tenemos 52 colegios provinciales, el mayor aglutina unos 50.000 profesionales, el menor 534. En total cerca de 300.000 enfermeras colegiadas.
¿De verdad tenemos que regirnos por una ley que no contempla que el colegio (ni el CGE) deba rendir cuentas detalladas ni a sus colegiados? Por otro lado, si hablamos de la normativa que regula los procesos electorales de los colegios profesionales (que se nutre de esa ley) nos damos cuenta de que un individuo puede permanecer in aeternum al frente de un colegio, ya que es muy difícil enterarse de que hay convocatoria de elecciones.
Además, cuando se reclama a un colegio información relativa a procesos electorales (información pública), si ese colegio se hace el sueco, se puede ir al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno (CTBG). El problema es que, aunque el CTBG falle a nuestro favor e inste al colegio de marras a dar la información, si éste se hace de nuevo el sueco, no queda más remedio que ir a un contencioso y sufragarlo uno mismo de su bolsillo: una fiesta. En definitiva, sería fundamental modificar la ley de colegios profesionales (e incluso la ley de transparencia) para aportar transparencia y accesibilidad a los procesos electorales.
Y aquí la tercera:
¿Está dispuesto el Gobierno a contar con la opinión experta de Asociaciones de Enfermeras Nacionales de toda índole, así como de Enfermeras Referentes en los diferentes ámbitos, a la hora de legislar y gestionar los intereses del colectivo y el mantenimiento de una salud óptima de la población? ¿Es conocedor el Gobierno de que las Enfermeras de Base son muy diferentes a los interlocutores que acuden en su nombre y, sin embargo, parecen representar sus propios intereses al margen de la profesión?
Sin duda, la reciente iniciativa ciudadana gracias a la cual el Gobierno contará con expertos en investigación de diferentes ramas como asesores es prometedora (lo podéis ver en https://www.cienciaenelparlamento.org) . Debería trasladarse este modelo a nuestro contexto. En el caso de la disciplina enfermera, su complejidad y diversidad son manifiestas, así como su papel central en la atención a los desafíos que afronta el Sistema Nacional de Salud como son, entre otros, garantizar la seguridad del usuario o la atención a la cronicidad.
Nos parece interesante que profesionales de enfermería de reconocido prestigio, enfermeras docentes e investigadoras, así como asociaciones científicas enfermeras o asociaciones enfermeras de otra índole, puedan participar como interlocutores del gobierno: existen magníficos profesionales en este país de los que el gobierno puede “aprovecharse”, en el buen sentido de la palabra. A la vez, el gobierno podría tener una visión mucho más amplia que la que le puede trasmitir una única fuente. Dado que las enfermeras somos las grandes “desconocidas” del sistema y las más numerosas, parece razonable entablar contacto con la máxima diversidad de ellas.
Para terminar, seguimos animándote a la participación: sin participación no hay transparencia ni democracia. Hay colegios fantásticos, donde sus colegiados reciben toda la información necesaria, a la que tienen derecho. Hay colegios que tienen canales de participación muy consolidados y ágiles para sus colegiados. Colegios que rinden cuentas a la sociedad y que participan en la solución de sus problemas. ¿Sabes por qué? Porque sus colegiados y colegiadas participan en ellos.
Por tanto, acércate a tu colegio, averigua cómo funciona, acude a las asambleas anuales, revisa sus cuentas (tienes derecho a verlas, a disponer de ellas, no lo dudes), pide explicaciones de cómo se usa tu dinero, pregúntate si recibes rápida y fácilmente la información referente a los procesos electorales, fíjate en si los plazos de presentación de candidaturas son razonables, pide que se te facilite por escrito la información pública a la que deberías tener acceso sin trabas… todo eso es transparencia. Todo eso es democracia.
Total y absolutamente acertadas las preguntas
Estoy de acuerdo.
Así podriamos mejorar, por lo menos un poco